La moda en los últimos años adosa campos de golf a viviendas en áreas de un supuesto "turismo de calidad". Los beneficios de esta combinación, innegables para el que recalifica y construye, son más que dudosos. En algunas comunidades autónomas, las leyes de ordenación del territorio y vivienda han sido diseñadas al milímetro para que se urbanice cada metro de terreno que no haya sido expresamente protegido. Y más doloroso aún: en muchos casos se hace la vista gorda o se justifica la desprotección de espacios naturales para una nueva urbanización de miles de viviendas y su cosabido campo de golf. Porque, a estas alturas, construir un campo de golf sin viviendas no compensa. Es más, incluso se ha calculado el núemero de viviendas necesarias para que la inversión en la depuradora de agua con la que regar el campo sea rentable. Según estos cálculos para un campo de 18 hoyos (y un gasto de 700.000 metros cúbicos de agua al año de media), son necesarias unas 2.500 viviendas.
Destacan casos como la Comunidad Valenciana y Galicia, donde el interés general desaparece bajo capas de cemento y hormigón. En el Caso de la Comunidad Valenciana, tanto el Parlamento como la Comisión Europea han condenado la Ley Reguladora de la Actividad Urbanística. La LRAU permitió durante algo más de 10 años arbitrariedades, impidió la competencia y otorgó a ayuntamientos y agentes urbanizadores amplios poderes que no estaban sometidos a nungún tipo de control. Esta condena debería hacer reflexionar sobre el modelo territorial que sufre esta comunidad autónoma pero, lejos de eso, la Generalitat ha respondido mirando para otro lado, hablando de conspiraciones contra la Comunidad y presentando un plan para el litoral con cuatro años de retraso que apuesta por el "modelo Benidorm" para los tramos de costa que permanezcan sin urbanizar.En el caso de Galicia, la Ley del Suelo aprobada por el Gobierno Fraga en 2003 ha extendido por sus costas la utilización de un nuevo término, la "marbellización". Los datos están ahí y son para asustarse: 600.000 viviendas, 17 capos de golf y 24 puestos deportivos están previstos en el litoral gallego en los próximos años. 1.200 de sus 1.720 km de costa amenazados por el cemento. Y en el resto de comuninades autónomas, las cosas son más o menos parecidas, salvo honrosas excepciones. La situación dle litoral se homogeneiza y los males de la costa mediterránea se extienden como una epidemia hacia la costa atlántica y cantábrica. Más viviendas, más campos de golf, y más puertos deportivos.. y detrás de ellos escándalos de corrupción.
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